El conjunto Albo volvió a los festejos, de la mano de su nuevo DT, quien llega a la victoria recién en su segundo partido al mando de los de Pedrero, y lo hizo con un contundente 4-0 a Deportes Iquique.
Realmente si Colo Colo no vencía ayer, jugando de local, con su gente, se complicaba aún más el año del Centenario, pues quedaba virtualmente fuera de cualquier posibilidad de título, e incluso, lejos de zona de clasificación a Conmebol Libertadores.
Luego de dominar completamente el trámite del primer tiempo, el gol tardó en llegar 38 minutos, gracias a Marcos Bolados, tras gran asistencia de Vicente Pizarro.
Un primer tiempo con gran actuación del King Arturo Vidal, que hizo gala de su todocampismo como en sus mejores tiempos en Juventus o Bayern. Se sumó mucho al ataque, viniendo desde atrás, y distribuyendo siempre con intención de generar peligro, coronando todo con el gol que cerró la goleada en el Monumental, casi al finalizar el encuentro.
Otro de gran partido fue Lucas Cepeda, que hace ya bastante tiempo pide emigrar. Generó más que nadie, y directamente propició el segundo gol Albo, y el fue víctima del la falta penal que luego capitalizó Aquino, sin dudas fue el mejor del Popular.
Se vio una gran mejora en el equipo de Fernando Ortiz, en relación a lo visto con el Colo Colo de Jorge Almirón. El cuadro Albo se vio con mucho sacrificio, asociación colectiva, y claridad de cara a la creación de peligro.
La pregunta es ¿Es el comienzo de una buena era en Colo Colo?¿O es sólo un partido?
Lo cierto es que se ve una mejoría que puede ilusionar al hincha colocolino, algo que podría aminorar el trago tan amargo que ha significado el año del Centenario para el Cacique.
