El Real Madrid celebró un triunfo especial al imponerse 2-1 al Barcelona este domingo en el Santiago Bernabéu. Una victoria valiosa en muchos sentidos, especialmente después de una temporada pasada en la que el conjunto blanco cayó en los cuatro Clásicos disputados —dos por LaLiga y las finales de la Copa del Rey y la Supercopa de España—. Su último triunfo ante los culés databa del 21 de abril de 2024, hace ya un año y medio.
El resultado cobra aún más relevancia porque el equipo de Xabi Alonso alcanzó los 27 puntos en la tabla, tomando cinco de ventaja sobre el Barcelona tras diez jornadas disputadas.
El elenco merengue neutralizó el dominio de posesión de su rival con transiciones rápidas y ataques profundos. Aunque los dirigidos por Hansi Flick controlaron más del 60% del balón durante el encuentro, las ocasiones más claras fueron para el local.
El VAR fue protagonista en la primera mitad: primero anuló un penal sobre Vinicius Júnior y luego invalidó un gol de Kylian Mbappé por una posición adelantada milimétrica. Pero el francés tuvo revancha a los 22 minutos, cuando recibió una magnífica asistencia de Jude Bellingham y definió con clase para abrir el marcador.
El arquero Wojciech Szczesny sostuvo al Barcelona con varias atajadas decisivas ante Mbappé y Dean Huijsen, y su esfuerzo tuvo recompensa a los 38’, cuando Fermín López igualó con un potente remate desde el borde del área.
Antes del descanso, una gran jugada colectiva terminó con centro de Vinicius, toque de Éder Militão y definición de Bellingham para el 2-1 con el que el Madrid se fue al vestuario.
En el complemento, el árbitro sancionó un penal por mano de Eric García, pero Szczesny volvió a lucirse al contener el remate de Mbappé. El Barça respondió con una clara ocasión de Fermín, aunque el Madrid retomó el control con nuevas aproximaciones de Bellingham y Aurélien Tchouaméni, ambas anuladas por fuera de juego.
El cierre fue intenso: Vinicius salió molesto al ser sustituido, Mbappé falló una más, Szczesny evitó otro tanto de tiro libre de Rodrygo, y Pedri vio la tarjeta roja en el tiempo añadido. Finalmente, el conjunto blanco aguantó con oficio y selló una victoria merecida ante su eterno rival.
Con este resultado, el Madrid cortó una racha de más de un año sin vencer al Barcelona y buscará mantener el envión el próximo sábado frente al Valencia. Por su parte, el equipo de Flick intentará levantarse el domingo ante el Elche en el Camp Nou.
