Noche de sufrimiento y gloria: Boca resiste y ya está en semifinales del Clausura

El Xeneize resistió ante Argentinos Juniors y avanzó gracias a la solidez de sus defensores y la figura de Marchesín.
Foto: Getty Images

Seguramente hubo noches más tranquilas para Boca, pero este sufrimiento es el precio de eliminar a un gran equipo como Argentinos Juniors, sostenido en el enorme momento del mejor arquero del fútbol argentino: Agustín Marchesín. Más allá de la sensación de injusticia que algunos vieron en el marcador por el dominio del Bicho, ni el más optimista hincha de Boca hubiera imaginado que, a comienzos de diciembre, el Xeneize estaría a dos partidos de ser campeón del Clausura.

El primer tiempo tuvo a los de La Paternal manejando la pelota a su gusto, pero el partido se destrabó gracias a una aparición de puro coraje de Ayrton Costa, que capitalizó un rebote tras un remate mordido de Miguel Merentiel, otra vez la pelota parada de Boca.

Desde entonces, el equipo se sostuvo en el trabajo sólido de los centrales, que no solo consiguen la ventaja sino que también cumplieron con su misión inicial: resistir y contener al rival. Ese protagonismo del fondo también expuso a un mediocampo con poca presión y escaso poder de recuperación. Milton Giménez volvió a dejar en evidencia la sequía goleadora que arrastra en los últimos encuentros.

Lo más rescatable del local es su capacidad para generar peligro con muy poco: no necesita grandes sociedades ni largas posesiones. Su arma es la precisión y la verticalidad en un par de pases que lastiman de frente y sin vueltas.

El golpe táctico de Úbeda, pasada la hora de juego, al retirar a sus dos delanteros y ubicar a Cavan en el área y a Belmonte para disputar la mitad de cancha, no surtió efecto. A los de la Ribera les tocó resistir y sostenerse en su arquero.

Boca demostró que no siempre los partidos se ganan con Paredes, el Changuito Zeballos o Merentiel: hoy la victoria se apoyó en sus defensores y en su guardameta.