En el año 2022 Martín Távara no jugó las semifinales del torneo ante Melgar por problemas extra deportivos que llevaron a Sporting Cristal a tomar la decisión de dejarlo fuera debido a que lo sometieron a un comité disciplinario. De ahí en más, su carrera pasó por una serie de altibajos, perdiendo en algún momento el titularato en el cuadro de El Rímac cuando se había convertido en uno de los proyectos más interesantes con que contaba la institución.
Tras un 2023 y 2024 casi para el olvido en lo individual y colectivo, el piurano recuperó en cierta medida su nivel, fue convocado a la selección y mostró un compromiso distinto. En esa situación llegó a los play offs contra Alianza Lima que definirían al rival de Cusco F.C. para determinar al subcampeón del fútbol peruano y que por ende juegue la fase de grupos de la Libertadores 2026.
Fue su serie. De la mano del volante, Cristal consiguió una clasificación que al margen de lo que pase contra el cuadro de la ciudad imperial, quedará grabada para siempre en la retina del hincha rímense. Fue el encargado de abrir la cuenta en la ida, luego a su equipo le terminaron empatando ese partido. Anoche volvió a abrir el marcador pero esta vez les voltearon el partido y les sacaron dos goles de diferencia.
Con el tres a uno en contra y faltando menos de diez minutos, parecía que estaba todo resuelto y fue entonces cuando Távara dijo presente. Marcó a los 82’ y a los 91’ y mandó la serie a penales. En los mismos, fue el encargado de patear el primero de su equipo que terminó ganando por 5 a 4 la tanda.
Sin duda, una oportunidad para un renacer de un futbolista que en algún momento generó la expectativa de ser parte importante de ese recambio que tanto se pide en el fútbol peruano. Sostener ello y hacerlo realidad depende solo de él.
