Junior dio un verdadero golpe de autoridad en el primer cruce de la final de la Liga 2025-II y quedó muy cerca de consagrarse campeón, tras golear por 3-0 a Deportes Tolima en el Estadio Metropolitano de Barranquilla.
El conjunto dirigido por Alfredo Arias construyó una diferencia determinante gracias al doblete de José Enamorado y al tanto de Bryan Castrillón, resultados que dejan al Tiburón a un paso de alcanzar la undécima estrella de su historia.
De concretarse la coronación, Junior se colocaría en el cuarto lugar en soledad dentro del palmarés del fútbol colombiano, solo por detrás de Atlético Nacional (18 títulos), Millonarios (16) y América de Cali (15).
La serie se definirá este martes en Ibagué, donde el equipo barranquillero llegará con una ventaja numérica ampliamente favorable frente a un Tolima que no tiene margen de error y deberá salir a buscar una remontada histórica.
El panorama es complejo para el conjunto Pijao, no solo por el resultado de la ida, sino también por los antecedentes. En cinco de las siete finales del fútbol colombiano en las que Junior ganó el partido de ida, siempre terminó consagrándose campeón.
Todas esas victorias iniciales se produjeron jugando como local, una condición que vuelve a repetirse en esta definición, de acuerdo a las estadísticas proporcionadas por Opta.
Además, el 3-0 conseguido en esta final representa apenas la segunda vez en lo que va del siglo que Junior anota tres o más goles y mantiene su arco en cero en una serie decisiva. La única ocasión anterior fue en 2004, también con un 3-0 frente a Atlético Nacional.
El principal aliciente para Tolima pasa por sus antecedentes recientes ante el Tiburón. El equipo de Ibagué no perdió en sus últimos tres enfrentamientos ante Junior en la Primera División, con dos triunfos y un empate.
Sin embargo, ninguno de esos resultados se dio por la diferencia de tres goles que hoy necesita para revertir la llave. La única vez que Tolima logró vencer a Junior por 4-0 como local fue en noviembre de 2006, una estadística lejana que refleja la magnitud del desafío que afrontará en la final de vuelta.
