En un escenario con ambas hinchadas presentes en el estadio Florencio Solá, Racing visitó la zona sur de la Provincia de Buenos Aires para enfrentarse a Banfield. El conjunto académico arrastraba tres partidos consecutivos sin convertir y afrontaba el compromiso con la necesidad de elevar su nivel de juego, consciente de que restan apenas once días para el duelo de ida de la semifinal de la Copa Libertadores ante Flamengo. Además, el equipo tenía la obligación de sumar una victoria que lo acercara a los puestos de clasificación en el campeonato argentino.
Durante una primera mitad iniciada con desajustes en el fondo, una imprudencia de Marcos Rojo fue enmendada por Gabriel Arias, quien achicó rápido y evitó la apertura del marcador para el Taladro. El arquero volvía a ocupar el arco académico después de siete encuentros sin participar.
La proyección de Gabriel Rojas para enviar un pase preciso y la aparición de Bruno Zuculini, que se sumó al ataque para definir con el arco a su disposición, construyeron la acción del primer gol ejecutada a una velocidad que parecía extraviada en el juego de Racing.
La alarma llegó inmediatamente después del tanto: Gabriel Rojas, el marcapunta izquierdo, solicitó el cambio visiblemente afectado, consciente de que no podrá estar presente en el choque del Maracaná.
En la segunda mitad, Zuculini volvió a hacerse presente en el marcador, extendiendo la ventaja a dos tantos de diferencia. Más tarde, uno de los momentos destacados de la noche fue el ingreso de Luciano Vietto, quien aportó una asistencia precisa para que Roger “Rocky” Balboa sellara el tercer gol de la Academia. En el cierre del encuentro, Bruno Sepúlveda descontó para Banfield en tiempo agregado. La lesión de Rojas apagó parcialmente la alegría por esta valiosa y esperada victoria de Racing.
