El América de Cali revivió y puso al rojo vivo la lucha por la clasificación. El equipo escarlata derrotó 2-0 a Boyacá Chicó en Tunja, una plaza históricamente complicada, y con este triunfo se metió en el grupo de los ocho mejores, recuperando la confianza perdida tras la goleada sufrida ante Nacional en la Copa Colombia.
El asistente técnico Alexander Escobar, quien asumió la vocería tras el encuentro, destacó la reacción del grupo y la importancia del resultado: “Dios es justo. Este equipo tuvo un traspié la fecha pasada y se repuso con humildad, con ganas, con juego y con un grupo que está unido. Tunja es una plaza muy difícil; somos el primer equipo que gana aquí en este semestre. Hoy se dio un paso importante, que era entrar entre los ocho, una meta fundamental. Fuimos justos ganadores ante un rival muy complicado”.
Los vallecaucanos tomaron el control del partido desde temprano. A los 5 minutos, José Cavadia abrió el marcador y le dio al América la tranquilidad necesaria para manejar los tiempos con otra actitud, muy distinta a la mostrada en sus recientes presentaciones. Boyacá Chicó reaccionó en la segunda mitad y estuvo cerca del empate, pero la falta de precisión y la ansiedad le pasaron factura. En el tramo final, Dylan Borrero apareció para sentenciar el 2-0 y sellar una victoria que vale oro para los escarlatas.
Escobar también resaltó la fortaleza del grupo y la mentalidad que están construyendo: “El rescate es mágico. Este equipo, ante las dificultades, se ha sabido reponer. América está con la mentalidad absoluta de llegar al objetivo primario, que es estar entre los ocho. Ahora nos toca consolidarnos en los dos partidos que faltan, dos finales contra Magdalena y Medellín”.
Las dos fechas finales serán determinantes, pero el mensaje desde Tunja fue contundente: los ‘Diablos Rojos’ siguen con vida y no bajarán los brazos. Primero recibirán al Magdalena en el Pascual Guerrero y cerrarán la jornada 20 visitando al Independiente Medellín, con la mira puesta en asegurar su lugar entre los ocho.
