Alejandro Zendejas, con dos goles fue determinante en la remontada y goleada del América.
La noche en la capital mexicana estuvo marcada por una tormenta eléctrica tanto en el cielo como en la cancha, donde se vivió una nueva edición del Clásico Capitalino entre las Águilas del América y los Pumas de la UNAM. A pesar de que las Águilas jugaron como locales en un estadio que no es su casa habitual, la tribuna se tiñó de amarillo, con una escasa presencia auriazul.
Desde el inicio, los dirigidos por André Jardine impusieron condiciones. Allan Saint-Maximin y Kevin Álvarez fueron constantes amenazas por las bandas, generando peligro en repetidas ocasiones. Sin embargo, el arquero costarricense Keylor Navas se erigió como la gran figura del cuadro universitario en la primera mitad, deteniendo todo intento americanista y manteniendo su arco en cero durante los primeros 30 minutos.
El guion cambió repentinamente cuando, en medio del asedio azulcrema, un error defensivo de Sebastián Cáceres permitió que Jorge Ruvalcaba robara el balón y definiera con precisión para adelantar a los Pumas 0-1, en lo que fue una jugada aislada pero bien aprovechada por los visitantes.
A pesar del golpe, América no disminuyó la intensidad. Saint-Maximin, Zendejas y Álvarez siguieron generando peligro, pero Navas continuó siendo un muro infranqueable. Fue hasta la segunda mitad cuando, tras tanta insistencia, cayó el empate: un centro de Saint-Maximin fue desviado por Álvaro Angulo en propia puerta, marcando el 1-1.
Ese gol cambió el rumbo del encuentro. América tomó el control total y, poco después, un centro de Zendejas fue aprovechado por Alexis Gutiérrez, quien asistió al colombiano Zúñiga para marcar el 2-1 y darle la vuelta al marcador.
El desconcierto de los universitarios se hizo evidente, y América no tuvo piedad. Zendejas coronó su gran actuación con un gol de alta calidad: tras un pase de Saint-Maximin, el mexico-americano remató con clase para el 3-1. Finalmente, en los minutos finales, el propio Zendejas fue derribado en el área y él mismo cobró el penal para firmar su doblete y sellar el marcador 4-1.