Francia volvió a pisar fuerte en casa y confirmó su presencia en la próxima Copa del Mundo con una goleada sin discusiones frente a Ucrania. Kylian Mbappé, otra vez figura, destrabó el partido con un doblete, pasada la hora de juego, luego Michael Olise y Hugo Ekitiké pusieron cifras definitivas ante una defensa ucraniana que ya no tuvo respuestas. Después de aquella doble ausencia en los 90, los galos encadenan su octava clasificación consecutiva y mantienen la ambición de igualar el registro de Brasil que supo jugar tres finales mundiales al hilo.
La noche en el Parque de los Príncipes fue mucho más que un trámite clasificatorio. Hubo un emotivo homenaje a las víctimas de los atentados del Bataclan, a diez años de la tragedia, y además llegó el festejo personal del crack del Real Madrid, que alcanzó los 400 goles en su carrera. Un hito más dentro de una selección que rebosa talento: Mbappé, Dembélé, Olise, Barcola, Ekitiké, Cherki, Mateta, Nkunku… y ahora se suma Maghnes Akliouche, el zurdo del Mónaco que empieza a ganar protagonismo.
La sorpresa del día la dio Portugal. En Dublín, a la vera del río Dodder, se topó con una Irlanda pragmática y sin complejos. El local golpeó dos veces a través de Troy Parrott y obligó a los lusos a postergar su clasificación para el domingo 16, cuando se midan con Armenia. El dato que recorrió el continente: la expulsión de Cristiano Ronaldo por una agresión inesperada. Con esta, ya acumula catorce rojas en su carrera.
