¿Quiénes manejan realmente las internas en los vestuarios? ¿Acaso los DT pierden peso ante algunos jugadores que creen estar por encima de los clubes? El poner o sacar un técnico no es tema de hoy, viene desde que el fútbol es fútbol y los jugadores que adquieren prestigio dentro de las instituciones se toman la atribución de decidir quién sí, quién no y quién tal vez. Pasa en el fútbol sudamericano pero también en el europeo, donde los intereses económicos y los egos son aún mayores. Esta semana el foco está puesto en el Real Madrid y en Liverpool, o mejor dicho en Vinicius y Salah respectivamente.
Ambos equipos tienen partidos clave esta semana por Champions League, pero en el caso del Liverpool las acciones en torno a los comentarios de Mohamed Salah contra su técnico después del último partido no tuvieron apoyo alguno por parte de la dirigencia. El jugador cuestionó públicamente al entrenador Arne Slot y la respuesta del club fue inmediata: dejarlo fuera de la convocatoria para viajar a Milan y disputar el partido frente al Inter, reforzando y apoyando así la autoridad del técnico en plena crisis deportiva. Esto sin importar que Salha sea el tercer jugador con más goles del club y su presencia en el equipo siempre haya sumado desde lo futbolístico.
Pero mientras el Liverpool se ponen firme frente a los egos de sus jugadores y apoya a su técnico, en el otro extremo aparece la situación vivida recientemente con el Real Madrid, Vinicius y otros jugadores más. A pesar de que el brasileño mostró su descontento al ser sustituido en el último clásico jugado en el Bernabéu, entre tantos otros desplantes, el club blanco optó por una vía totalmente distinta. No hubo castigo para él, tampoco distanciamiento y Vini sigue jugando sin consecuencias visibles. El mensaje: preservar la calma y evitar que un gesto aislado escale a una crisis.
Y todo esto a pesar de la dura derrota frente al Celta, donde los madridistas quedaron desconcertados ante el juego de muchas de sus figuras y repartieron culpas a dirigentes, futbolistas y Xabi Alonso. Y a partir de estos episodios surge una gran comparación entre aquellos que creen que hoy los jugadores del Real Madrid se creen por sobre la institución y los del Liverpool que, más allá de estar en desacuerdo con las direcciones técnicas, siguen trabajando en función del equipo hasta que los dirigentes decidan un cambio de rumbo.
A todo esto, el Real Madrid, el más ganador de la historia, enfrenta este miércoles un partido frente al Manchester City con varias dudas como son la de Kylian Mbappé. El futbolista más determinante del equipo no entrenó junto a sus compañeros y arrastra una fractura en un dedo sufrida ante el Celta, sumado a nuevas molestias de última hora. En el club saben que si lo usan, el francés no estará al cien por ciento físicamente.
A esta situación, y en un contexto de crisis que aseguran podría terminar con la salida de Xabi Alonso dependiendo el resultado que se dé, se suma una lista de bajas que preocupa: Carvajal, Militão, Mendy, Alaba, Camavinga, entre otros. Un panorama que deja a la plantilla debilitada, sin media defensa disponible y con el riesgo real de quedarse también sin su principal figura en ataque.
Mientras el Liverpool juega este martes frente al Inter en San Siro priorizando la disciplina interna como pilar del proyecto, el Madrid prefiere contener el conflicto y blindar a su estrella. Dos gigantes, dos estrategias y un mismo reto: manejar el ego y la presión de sus futbolistas más determinantes. Entonces, la pregunta es: ¿quiénes son los verdaderos “dueños” del vestuario?
