El enfrentamiento arrancó cuesta arriba para los paraguayos. Apenas a los 5 minutos, Panamá se adelantó con un tanto de Martín Krug, tras una desatención en marca luego de un tiro de esquina. La apertura del marcador fue un aviso de que el partido no sería cómodo.
Paraguay sintió el golpe, pero no cedió. Con paciencia y empuje, fue encontrando fisuras en la defensa rival. Y justo antes del descanso, al minuto 42, Alexandro Maidana aprovechó un rebote defensivo y colocó el 1‑1 con un remate certero.
En el segundo tiempo, la Albirroja salió con otra actitud. Un centro bien ejecutado fue conectado por Enso González, quien de volea puso el 2‑1 a los 63 minutos. Con esa jugada, Paraguay tomó la iniciativa y encaminó el triunfo.
Pero el camino no fue lineal. Panamá volvió a igualar al minuto 76 gracias a un gol de Herbert, tras una jugada colectiva bien elaborada. El suspenso volvió a aparecer.
Cuando todo parecía que terminaría en empate, apareció la garra guaraní. En el minuto 94, en tiempo añadido, Villalba ganó por la banda, centró y apareció Tiago Caballero para definir con clase y dictar el 3‑2 definitivo.
No fue un debut perfecto, pues el equipo mostró vulnerabilidades defensivas y lagunas en el mediocampo.. Pero el triunfo tiene un valor simbólico: demostrar carácter, reacción y espíritu de lucha en una cita mundialista.
En la siguiente jornada, Corea del Sur será rival directo en el grupo. Si los guaraníes mantienen el ímpetu, podrán seguir soñando en grande.
