La clasificación de Chile Sub20 a octavos de final del Mundial, en el que son anfitriones, ha dado la vuelta al mundo por lo insólito de su desenlace. Un milagro del "Fair Play" que ha dejado a todos boquiabiertos.
La "Rojita" de Nicolás Córdova cayó ante Egipto, que remontó un partido que Chile comenzó ganando con gol de Javier Cárcamo. A pesar de la derrota, chilenos, egipcios y neozelandeses terminaron empatados a 3 puntos en la tabla. El desempate por diferencia de goles favoreció a Chile y Egipto (-2) sobre Nueva Zelanda (-3). La igualdad persistió en goles anotados (3 para ambos), llevando la definición al criterio del "Fair Play": la cantidad de tarjetas recibidas.
Y aquí viene lo más increíble: una tarjeta amarilla mostrada a un asistente del entrenador egipcio, Osama Nabih, a la media hora de juego, rompió el empate. ¡Sí, una sanción fuera de la cancha terminó decidiendo el futuro de Chile en el Mundial!
Los 90 minutos fueron un reflejo exacto de los primeros partidos de La Rojita: poca contundencia en el área rival, falta de comunicación en el ataque y una notoria carencia de calidad individual.
Esta clasificación agónica y polémica, con más críticas que elogios al funcionamiento del equipo y a la gestión de Córdova, plantea la gran pregunta: ¿Será este golpe de suerte el envión anímico que necesita Chile para brillar en octavos, o solo un aplazamiento de su despedida del torneo? La polémica está servida y el debate mundial no se hace esperar.
