Obligada otra vez al repechaje y con dos eliminaciones recientes a cuestas, la
Esta es la tercera eliminatoria consecutiva en la que Italia se ve obligada a disputar el repechaje para llegar a un Mundial, con dos antecedentes que sus apasionados tifosi preferirían borrar. Por eso, cuando hoy se conoció que el primer rival será Irlanda del Norte y luego el ganador de la llave entre Gales y Bosnia, nadie se animó a señalar a la Azzurra como favorita ni a definir el cuadro como accesible. El factor sorpresa que Italia suele mostrar en estas instancias pesa más que cualquier
pronóstico o ranking.
Resulta extraño pensar que la historia juega en contra de los tanos, pero los dos antecedentes inmediatos hablan por sí solos: en 2017, Italia perdió en Suecia y no pasó del 0-0 en San Siro, quedando fuera del Mundial de Rusia.
En el camino hacia la última Copa del Mundo, volvió a tropezar: cayó en Palermo frente a Macedonia del Norte cuando todo indicaba que el duelo decisivo sería ante Portugal, algo que nunca ocurrió. En esta ocasión, Italia tendrá la localía a su favor en el primer partido frente a Irlanda del Norte, pero, por cuestión de sorteo, deberá definir la clasificación como visitante en la segunda instancia.
Tras conocerse los rivales, el entrenador italiano salió a reforzar el ánimo del plantel. “Concentrémonos en el primer partido. Irlanda del Norte es un equipo al que podemos ganar. Tienen su estilo, son muy físicos… nos van a plantar cara, pero podemos hacerlo”, destacó el seleccionador Gennaro Gattuso.
Más allá del desenlace de esta tragedia romana, nadie le quitará a Italia sus cuatro Copas del Mundo y sus dos Eurocopas. Pero esta generación carga con el peso de ser señalada como la peor etapa en la historia de la Nazionale. A solo dos triunfos de cortar esta racha nefasta, la misión es una sola: volver a poner a Italia en un Mundial después de doce años.
Italia frente a su tragedia moderna: la Azzurra se juega la redención en dos partidos
La Selección Italiana necesita dos triunfos para cortar una racha que ya amenaza con marcar a toda una generación.
