Dicen que la jerarquía pesa y que la antigüedad es clase. En Huancayo, a más de 3,200 metros de altura, Alianza Lima encontró la voz de la experiencia en los botines de dos gigantes que desafían al tiempo: Paolo Guerrero y Hernán Barcos. Los ‘9s’ de 41 años volvieron a aparecer y firmaron por 1 a 2 el triunfo blanquiazul sobre Sport Huancayo a domicilio que los devuelve al segundo lugar del acumulado y los hace pensar con más optimismo en un cierre de temporada decoroso.
El encuentro no fue sencillo para los íntimos. La dificultad geográfica y la intensidad del rival no les permitieron plasmar su juego desde el inicio, solo sostener el trámite del mismo. Sin embargo, a los 23 minutos, cuando no había pasado mucho en el campo, a Paolo Guerrero le quedó una pelota en el área tras una gran acción de Eryc Castillo. El goleador histórico de la selección no perdonó y adelantó a su equipo, alcanzando su décimo gol en el torneo, el décimo tercero en el año.
El desgaste físico y los estragos de la altura se acentuaron en la segunda parte. Alianza resistió el partido, replanteando con línea de cinco luego del ingreso de Chávez y viendo como Vizcarra se hacía figura tras las embestidas del ‘Rojo Matador’.
Fue en ese momento, cuando el partido más lo pedía que entró otro inacabable y ya histórico en La Victoria: Hernán Barcos, quien había visto desde el banco como Paolo lo alcanzaba en goles anotados durante el 2025 y no quiso mantener la paridad. Cumplidos los 90’ recibió una pelota en transición de ataque y definió como suele hacerlo en esas situaciones. Puso el 2 a 0 transitorio, le devolvió a Alianza el segundo lugar del acumulado y se sostuvo como máximo artillero del club en el año.
Solo decoró el resultado el gol del descuento de Diego Carabaño, cosas del destino, jugador formado en tienda blanquiazul.
Guerrero y Barcos. 27 goles entre los dos en la temporada, casi en el 40% de la producción de Alianza en el año. Ambos mostraron su deseo de seguir el 2026 y vienen demostrando en la cancha que aún tienen con qué.