La Albirroja dominó el juego y las estadísticas, pero no logró capitalizar su superioridad y quedó eliminada del Mundial de Chile 2025.
La Albirroja Sub-20 dijo adiós al Mundial de Chile 2025 tras una dura derrota en tiempo suplementario frente a Noruega (1-0), en un partido que dominó de principio a fin pero que se le escapó en los detalles. Los 90 minutos reglamentarios habían terminado sin goles, y fue en la prórroga cuando el conjunto europeo encontró el tanto que marcó la diferencia.
El equipo dirigido por Antolín Alcaraz impuso condiciones desde el inicio. Paraguay controló el ritmo, administró la posesión y generó mucho más volumen ofensivo que su rival. La estadística fue contundente: 18 remates totales frente a solo 4 de Noruega, con 5 disparos a puerta para los guaraníes contra 2 del conjunto nórdico. Además, la Albirroja acumuló 6 tiros de esquina, por apenas 1 del adversario.
Sin embargo, el dominio no se tradujo en goles. La ocasión más clara llegó en el primer tiempo, cuando Tiago Caballero dispuso de un penal que pudo cambiar la historia. Su remate fue contenido por el arquero noruego, en una jugada que marcó el rumbo emocional del encuentro.
A partir de allí, Paraguay siguió insistiendo. Enso González y Alexandro Maidana intentaron abrir espacios entre líneas, mientras el mediocampo controlaba la circulación con temple y criterio. Noruega, en cambio, apostó por el orden y los contragolpes, resistiendo el asedio paraguayo hasta forzar el tiempo extra.
En la prórroga, un contragolpe letal terminó en el gol que selló la eliminación paraguaya. El equipo guaraní, pese a estar en desventaja, no renunció a su estilo: presionó alto, adelantó líneas y buscó el empate hasta el último minuto, mostrando carácter y convicción.
La derrota duele, pero el desempeño deja un mensaje claro: esta generación Sub-20 demostró talento, ambición y una idea clara de juego. Con figuras como Caballero, González y Maidana, Paraguay se marcha con la frente en alto.
El Mundial se termina para la Albirroja, pero el futuro promete. Bajo la conducción de Antolín Alcaraz, Paraguay mostró una identidad sólida, una base generacional valiosa y la garra que caracteriza su historia. El resultado no borra el camino: este Sub-20 volvió a ilusionar al país luego de 12 años de ausencias en instancias como los octavos de final.
