El entrenador de Boca se marchó conforme de Rosario tras el empate con Central, aunque es consciente de que hay cuestiones por corregir.
Miguel Ángel Russo se fue con buenas sensaciones del Gigante de Arroyito, tras el empate 1-1 de Boca frente a Rosario Central. El Xeneize había pegado primero con el cabezazo de Rodrigo Battaglia, pero luego sufrió el espectacular gol olímpico de Ángel Di María.
Para el conjunto azul y oro, el balance es positivo: más allá de que se cortó la racha de tres victorias seguidas, ya suma cinco partidos sin perder y el funcionamiento muestra una evolución respecto al inicio de esta nueva etapa con el DT oriundo de Lanús.
“Fue un partido parejo. Boca viene jugando bien, mantiene un nivel y lo va mejorando a medida que pasan los encuentros. Me voy conforme en muchas cosas, hay otras por corregir. Fue un partido interesante, muy moderno”, analizó el entrenador de 69 años, tras un duelo especial por tratarse de un club al que dirigió en 2023 y con el que salió campeón de la Copa de la Liga.
En relación a su regreso a Rosario, Russo contó sus sensaciones: “Venir acá siempre es algo distinto, yo suelo venir. Hacía un mes que no lo hacía y es importante para mí estar con amigos”, valoró.
Pensando en lo que viene, el ex San Lorenzo agregó: “Hay que seguir, estamos bien gracias a Dios, buscamos mejorar sabiendo que apuntamos al final de todo, porque Boca tiene que ir fundamentando situaciones”.
“Tenemos una semana de trabajo, volvemos a jugar el domingo, hay que seguir sosteniendo y elevando los niveles”, se esperanzó Miguelo de cara al próximo cruce con Central Córdoba en la Bombonera.
Por otro lado, fue contundente al hablar de su estado de salud, tras haber estado internado días atrás: “(Estoy) muy bien. Entonces lo que se diga me entra por un oído y me sale por el otro. El que sabe de su salud es uno mismo y, si estoy trabajando, es porque tengo el alta de todos. Y mi familia es la primera”, aseguró.
Foto: Luciano Bisbal/Getty Images